Orula
- Introducción a la religión yoruba ¿Quién es Orula?
- ¿Cuál es el Día de Orula? Santos con los que sincretiza
- Otros nombres con los que se conoce a Orula
- Rezos de Orula
- Historia de Orula
- Otros relatos acerca del origen de Orula
- Frases de Orula
- Objetos de poder y atributos de Orula
- Signos de Orula
- ¿Cómo saludar a Orula?
- ¿Cómo atender a Orula?
- Orula Dice. ¿De qué habla Orula?
- Consejos de Orula
- Patakíes de Orula
- Ofrendas y adimuses (sacrificios) para Orula
- Hierbas (ewe) de Orula
Introducción a la religión yoruba ¿Quién es Orula?
La religión yoruba posee una fuerte representación, la cual se basa en una serie de ritos, historias, creencias y los relatos espirituales acerca de los diferentes orishas y los oddun que conforman este mundo místico-mágico. Su origen se remonta al continente africano en la región occidental. Sin embargo, las raíces de los yorubas han trascendido allende de los mares y se han esparcido por todo el orbe.
Con el objetivo de mantener viva sus creencias religiosas comenzaron un proceso denominado sincretización. En el mismo, a partir del uso de imágenes cristianas, los yorubas continuaban venerando a sus dioses africanos y, de este modo, mantuvieron fuerte su culto atávico.
Uno de los nombres más reconocidos es el de Orula. Pero: ¿quién es Orula? ¿Cuál es su historia? En este artículo te comentaremos todo lo que necesites saber acerca de esta divinidad.
En el panteón de la religión yoruba, Orula es la deidad encargada de la adivinación y sabiduría. Representa la inteligencia, la picardía y la astucia. Por esta razón es testigo de todos los actos llevados a cabo por Olodumare, quien es el dios principal del panteón yoruba. Sobre todo, aquellos actos relacionados con la creación del universo. Orula tiene el poder de saber que le acontecerá a cualquier persona, las situaciones alrededor de la misma y de qué manera debe enfrentarse a ellas. En orden de que se cumpla a cabalidad el destino de cada ser humano.
En lo concerniente al culto religioso yoruba: Orula, quien también es conocido por los nombres de Orunmila (“solo el cielo conoce quienes se salvarán) y Eleri-Ikpin Ibikeji Olodumare (testigo de toda la creación y segundo al mando de Olodumare, es un orisha significativo puesto que todos los creyentes dirigen sus rezos y consultan sus necesidades con él. Precisamente debido a que Orunmila es el encargado de determinar el camino a seguir por cada devoto. Asimismo, el orisha les indica los rituales (sacrificios) que deben poner en práctica, cuál es su verdadera inclinación religiosa (de quien eres hijo) y en qué dirección debes ir para otorgarle sentido a tu vida en este mundo.
Teniendo en cuenta que Orunmila ha estado presente desde el nacimiento de cada ser humano, se considera que él ya ha elegido la vida que tendrá cada uno y, a partir de esto, ha ocasionado la formación del sistema religioso de origen africano o Ifá. Los hijos de esta divinidad se identifican fácilmente por el uso de los colores verde y amarillo, empleados en su vestimenta, altar, símbolos representativos (collares, pulseras, sopera y la tabla adivinatoria). Los devotos de este orisha utilizan los colores amarillo y verde en sus túnicas en señal de representación y honra a la divinidad. Por otra parte, las pulseras correspondientes a Orula se usan para evocar su poderío y alejar la muerte.
Como se ha logrado dilucidar, el poderío de Orula es de grandes proporciones. Por lo que resulta medular el hecho de escuchar cada uno de sus consejos y recomendaciones, ya que él tiene la virtud de sanar a los enfermos. En caso de no hacer caso de sus recordatorios, estarán a su merced y sufrirán su ira, la cual se conoce con el nombre de osogbo. Castigos y avatares que Eshu infligirá sobre aquellos que desobedezcan a Orula y se comporten negativamente. Así que si deseas evitar estos osogbos, lo más producente es cumplir los compromisos, obligaciones y responsabilidades (tanto del devoto como de su padrino) una vez te inicies en el culto.
¿Cuál es el Día de Orula? Santos con los que sincretiza
Orula u Orunmila es una de las deidades más veneradas en la región de Latinoamérica. En países como Cuba, por ejemplo, es una de las figuras más trascendentales en la religión yoruba y cada 4 de octubre es adorado por muchísimos devotos del culto africano. Por otro lado, según el sincretismo religioso es identificado con San Francisco de Asís, una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia del Cristianismo. Aunque también suelen relacionarlo con San José de la Montaña y con San Felipe.
Durante la celebración de la fiesta de Orula (4 de octubre) se le deben ofrendar cocos, pasteles dulces, itana y vino. Del mismo modo, para honrarlo deberás poner una polvera de Orula en su altar. Esta vendría siendo una especie de cuenco de madera que funciona como recipiente para el espíritu de Orunmila y el que guarda sus más profundos secretos. Durante la fase de luna nueva deberás encender una vela Orula 7 días Orisha y colocar tu ofrenda, concentrando toda tu intencionalidad en invocar su espíritu.
Asimismo, ese día deben ir donde su padrino y conseguir un plato que contenga dos cocos, un ñame, dos itana y un derecho representativo. En este caso, el plato simboliza que haya comida en abundancia (tanto en casa del padrino como de su ahijado). Los cocos hablan de que siempre exista un método para adivinar. Las velas representan la luz del camino y que ese espíritu luminoso siempre los acompañe. Finalmente, el ñame es empleado para prepararle algo sabroso a Orula por parte de los babalawos.
También durante esta celebración, se le puede colocar dinero para que se gaste en situaciones de diversión, en momentos que refieran a los Santos y que nunca, nunca se gaste en temas de salud. Por otra parte, se rinde morforibale (alegoría, celebración) por mediación de todos que tengan a Orula en casa. Es importante que recuerdes, durante este período de celebración y homenaje, la persona debe hacerse un reconocimiento espiritual. Es decir que nada de bebidas, intercambios sexuales o trasnochar. Esos días son para respetar y atender al orisha.
Otros nombres con los que se conoce a Orula
Si bien se ha comentado sobre un par de denominaciones con las que se ha reconocido a Orula. Existen algunas que no son muy divulgadas entre los devotos. Tales como:
- Okunrin Kúkúrú Oke igeti: el hombre de la colina Igeti.
- Alaquentú: el hábil médico que fundó y se volvió rey de la ciudad Ipetu.
- Adi-fa-fun: El que se sienta en la estera a adivinar el pasado, el presente y el futuro.
- A-da-fun a-lu-mo: El que se sienta en la estera, mueve las nueces de palma y conoce el futuro.
- Gboye gborun: El que vive entre el Cielo y la Tierra.
- Akeré-finú-sagbón: el hombre con la mente llena de sabiduría.
- Amai Matan: el incomprensible.
- Agiri-ilé ilagbon: el sabio que habla desde la casa de la sabiduría y el conocimiento.
Rezos de Orula
Es de conocimiento popular que cada historia del universo yoruba, plasmada dentro de los signos de Ifá, posean oraciones o rezos hacia Orula y las divinidades. No obstante, en el caso particular de Orunmila lo ideal es emplear un rezo característico de este orisha.
Rezo: ORUNMILA AJANA IFA OLOKUN A SORO DAYO ELERI IPIN IBIKEJI ELEDUNMARE ORUNMILA AKERE FINU SOGBA NA GBAYE GBORUN OLORE MI AJIKI OKITIBIRI TI NPA OJO IKU DA OPITAN IFE ORUNMILA O JIRE LONI TIDE TIDE ORUNMILA O JIRE LONI BI OLOTA TI NI NILE ARO E BI LE ADO KA MO E KA LA KA MO E KA MA TETE KU OKUNRIN DUDU OKE IGBETI ORUNMILA O JIRE O IFA IWO NI ARA IWAJU IFA IWO NI ERO IKEHIN ARA IWAJU NAA LO KO ERO IKEHIN L’OGBON IFA PELE O OKUNRIN AGBONMIREGUN OLUWO AGBAYE IFA A MO ONI MO OLA A RI IHIN RI OHUN BI OBA EDUMARE ORUNMILA TII MO OYUN INU IGBIN IFA PELE O, ERIGI A BO LA IFA PELE O, OKUNRIN DUDU OKE IGBETI IFA PELE O, MERETELU NIBI TI OJUMO RERE TI NMO WA IFA PELE O, OMO ENIRE IWO NI ENI NLA MÍ OLOOTO AYE IFA PELE O, OMO ENIRE TI NMU ARA OGIDAN LE OYIN TORI OMO RO O SA WO INU KOKO IGI EDE FIRIFIRI TORI OMO RE O SA GUN OKE AJA ORUNMILA TI ORI MI FO IRE ORUNMILA TA MI LO REA GBENI BI ORI ENI A JE JU OOGUN LO A MONI MOLA IFA O IRE LONI O OJUMO RERE NI O MO OJO IFA OJUMO TI O MO YI JE KI O SAN MI S’OWO JE KI O SAN MI S’OMO OJUMO TI O MO YI IJE O SAN MI SI AIKU. ORUNMILA IBA O.
Traducción
El testimonio del destino. El vice del pré-existente. Orunmila, hombre pequeño, que usa el propio interior como la fuente de sabiduría que vive en el mundo visible y en el invisible. Mi bienhechor, a ser alabado por la mañana. El poderoso qué posterga el día de la muerte. El historiador de la ciudad de ife.
¿Orunmila, usted se despertó bien hoy? Con ide
¿Orunmila, usted se despertó bien hoy? Del mismo modo que olota se despierta en la casa de aro. Así yo alabo sus orígenes en ado. Quién lo conoce está salvo. Quién lo conoce no sufrirá muerte prematura. El hombre bajo del cerro igbeti
¿Orunmila, usted se despertó bien?
Ifa, usted es la persona de frente. Ifa, usted es la persona de detrás. Es quién va delante, que enseña la sabiduría a los que vienen detrás.
Ifa, saludos. El hombre llamado agbonmiregun oluwo del universo. Ifa, que sabe sobre el hoy y el mañana. Que ve todo, que está aquí y allí como rey inmortal (edunmaree)
Orunmila, gracias a sus muchos conocimientos, es usted quién sabe sobre la gestación del igbin
¡ifa, saludos! Erigi a bo la, que al ser venerado, trae la suerte. Saludos a usted, hombre bajo del cerro igbeti.
Ifa, saludos a usted, meretelu. De donde viene el sol. De donde viene el mejor día para la humanidad
¡ifa, saludos! Usted es mi gran protector. Quién dice a los hombres la verdad
¡ifa, saludos a usted, enire! Que hace fuerte el cuerpo. La abeja, por su hijo, corrió dentro de la colmena. El vivo ratón ede, por su cría, se levantó al forro de la casa.
Orunmila, hable bien a través de mi ori. Orunmila, bendígame.
Usted, que como el ori de una persona, así la apoya. De quien el discurso es más eficaz que la magia. Usted, que sabe lo que pasará hoy y mañana.
¿Oh ifa, usted se despertó bien hoy? Viene el día con buen sol.
ifa, en este día que surgió. Deme prosperidad, deme fertilidad. Que este día me sea favorable en salud y bienestar. Que este día me sea favorable en longevidad
Rezo: ORULA ALA KUELOSIÑA YEYE ELEMETA KAKO FUMITIUM BATITO BAYEASHE BORO ASHE BORANO ORUMILA KULEKUTE KULEQUETE A MIASHE.OGUNDA LA BIODE: NIGARA NIGARA AFORO AFORO, AYERO OMO NIMU,AMINITA OMO YUMU ATELERI MELERI OKANGARA ONIFE EKU.MAFEREFUN ONIFE EKU. MAFEREFUN OGGUN Y OBATALA.
REZO: MAFEREFUN ORISHAOKO, MAFEREFUN OZAIN, MAFEREFUN OYA, MAFEREFUN YEMAYA.
REZO: IÑO COMO AGUE AGADA COMO NITORUN ODAFOGU OBABODUN.(IÑO ES EL CORAL.
Rezo: Orumila, Testigo de la Creación. Segundo al mando de Dios. Tu arte es más eficaz que la medicina. Tú, la Órbita Inmensa, que desvía el día de la muerte.
Señor mío, Salvador Todopoderoso, Espíritu Misterioso que luchó contra la muerte. A ti se te debe saludar primeramente en la mañana. Tu equilibrio ajusta las fuerzas del Mundo. Tu arte es aquel que puede reconstruir la vida de las criaturas en desgracia.
Reparador de la mala suerte. Aquel que te conoce se vuelve inmortal. Señor y Rey que no puede ser destituido. Perfecto dentro de la Casa de la Sabiduría. Señor mío: infinito es tu conocimiento. Si no te conocemos completamente somos inútiles. Oh! Pero si te conociéramos completamente, podríamos estar siempre bien.
Historia de Orula
Desde su nacimiento, Orula demostró ser muy ingenioso y avispado. Incluso poseía algunas aptitudes que eran poco usuales entre los niños de su edad. Cuando contaba con la edad de cinco años, comenzó a utilizar sus poderes y sorprendió a sus padres al adivinar quienes vendrían a la casa durante el día y con qué motivo.
A medida que iba haciéndose mayor aprendió a realizar algunos conjuros, así como la puesta en práctica de remedios sanadores y esto comenzó a despertar la atención de todos en el poblado. Inicialmente utilizaba 16 pequeñas semillas para realizar el proceso adivinatorio, lo que resultaba muy efectivo. A partir del uso de este método podía determinar cuál era el problema que acuciaba a cada cliente. Por lo que las personas salían extremadamente asombradas del lugar ante tanta seguridad.
De este modo, consiguió gran renombre y reconocimiento en el pueblo. Sin embargo esto generaría perturbación entre las capas más altas y los gobernantes, quienes pretendían mantener el control de sus habitantes. Por esta razón decidieron expulsar a Orula del lugar.
Entonces, sin rumbo fijo, Orunmila se dispuso a cruzar el río Níger y en el camino pasó por Benín. De ahí a Owo y Ado, estableciéndose finalmente en Ile Ife. Un territorio perfecto para establecerse y poder llamarlo hogar. Al poco tiempo reanudó su oficio de adivino y gracias a esto alcanzó una fama sin parangón. Incluso el rey Oduduwa acudía a sus dominios en busca de consejo y lectura.
Todos en el poblado el tenían tanta devoción a Orunmila que querían este los iniciara en el arte de Ifá. Empero, él escogió solamente a 16, quienes actualmente son reconocidos como los oddun de Ifá. Por otro lado, cuentan los antiguos que era tan grande la influencia de Orula en la tierra de Ile Ife que los convenció para que abandonaran las prácticas yoruba de llevar marcas en el rostro.
Otros relatos acerca del origen de Orula
Hijo de Obbatalá y Yemu. Orula se dice es hermano de Eleggua, Oggun y Shango. Con este último posee una relación muy estrecha ya que trabajan juntos y poseen una visión profunda del futuro. Orunmila es conocedor de las maneras en que cada uno de nosotros puede alcanzar el éxito, tener una salud óptima y ser muy feliz. Sabe qué nos depara la ventura y es nuestro guía en lo que respecta al camino correcto. Es el dios de las plantas, los remedios, gran velador que sana a los humanos, los animales y el resto de los seres vivos.
Otras fuentes cuentan que Orula nace luego de una relación incestuosa entre Oggun y su madre Yemu, un hecho que se dio a conocer abiertamente. Por este motivo Obbatala, quien era su padre, mandó a asesinar (a modo de venganza) a todos los hijos varones que tuviese luego de ese momento. Sin embargo, cuando Orula nace su hermano Eleggua fue en su rescate. Lo enterró al pie de una ceiba y todos los días iba a cuidarle, para evitar que muriera. Obbatalá, durante algún tiempo estuvo muy enfermo y su hijo Shangó fue quien se encargó de curarlo. En cuanto estuvo recuperado, recordó a Orula y decidió contactar con él, con el fin de que regresara a su casa.
De este modo, Orunmila es desenterrado y se presenta ante Obbtalá. Posteriormente recibe de manos de Shangó el tablero de Ifá y con esto, el don de los secretos y la adivinación que otorgaba el tablero. Se conoce por haber sido esposo de Oshun y Yemayá y también por poseer un recipiente conformado por dos mitades de güiro, las cuales representan al cielo y la tierra.
Ambas pueden colocarse dentro de una batea de madera. Históricamente el saludo hacia Orula ha sido: ¡Orula Iboru, Orula Iboyá, Orula Ibosheshe! Además, se conoce que los números determinados a esta deidad son el 4 y el 16 y su más importante función radica en la iniciación de todos los nuevos devotos del culto yoruba.
Frases de Orula
Orula dice que: “el nacimiento de una persona marca el comienzo de su prosperidad. Crecerá para casarse, tener hijos y estar dotado de riqueza material. Finalmente morirá, el día en que estaba destinado a morir. Esa es la filosofía de la vida”.
Del mismo modo, te mostramos otras frases propias del orisha para sus hijos. Las cuales son:
“Soy quien conoce tu destino y tu vida. Soy testigo de la creación. Si vienes a mí, te mostraré el camino que deberás seguir”.
“Conformarse con la vida es peligroso. Esto se logra si no se lee”.
“Recuerda siempre que fui tu paso para tener contacto con los Orishas. Por eso no me olvides y no me dejes de lado”.
“Si se repite la historia, demuéstrale a la vida que aprendiste la lección”
“Confío en ti y por eso te dejaré entrar entre mis caminos. Te proveeré las herramientas para que ayudes a servir mucho. Pero no pierdas la humildad porque todo lo que te ofrezca hoy, no servirá de nada entonces. Siempre sé la mejor versión de ti”.
Objetos de poder y atributos de Orula
Con el propósito de que el orisha pueda realizar su trabajo apropiadamente, necesita emplear algunas herramientas que lo ayudarán a implementar su tarea. Entre los instrumentos u objetos de poder utilizados por Orunmila, el de mayor peso por la gran importancia que irradia, es el ikín. Es un elemento conocido también por el nombre de semillas de palma o nueces, cuya utilización se basa en un proceso adivinatorio denominado atefar. Por tanto, su uso es imprescindible para el sacerdote de Ifá. Asimismo, mediante los ikines es que Orula recibe las atenciones, ofrendas y sacrificios realizados por los devotos.
La sopera es otro de los elementos simbólicos del culto a esta deidad. Es básicamente una vasija que puede ser de cerámica o metal y en su interior resguarda los ikines. Este receptáculo posee dos mitades de güiro que son la representación del cielo y la tierra. En la sopera suelen colocarse otros insumos: la tablilla de acero, un cuerno tallado, la crin de caballo, el rosario de Ifá, un collar de mazo, los polvos esenciales de Orula y una escobilla. Respecto a la sopera, es esencial que el iniciado no vea dentro de esta hasta que no sea santo debido al contenido sagrado del recipiente. Además cada sopera, sea del modelo que sea, deberá ostentar los colores distintivos de Orula.
En segunda instancia, nos encontramos el ópele o cadena de adivinación. Segundo atributo de mayor significado para el trabajo del Orisha de la Adivinación. Este objeto de poder está constituido por ocho conchas de Okpele o conchas confeccionadas con coco. En dependencia del oddun de Ifá que se presente, el ekuele (ópele) puede estar hecho con otros materiales. Dichas conchas están unidas mediante cadenas por fragmentos de cadenas. Es decir, quedarían cuatro a cada lado. Esta cadena de Adivinación es lanzada por un babalawo sobre el Tablero de Ifá o sobre la superficie de alguna estera durante el proceso de consulta de Ifá.
Por su parte, el Tablero de Ifá se trata de una especie de receptáculo o bandeja de madera. Casi siempre posee forma circular, aunque de acuerdo a su uso puede tener forma semicircular o rectangular. La mayoría de estos tableros se hallan tallados con gran destreza. Algunos poseen formas decorativas muy trabajadas y los que siguen la vertiente Tradicional poseen un Eshu en la parte posterior.
Es importante recalcar que, por ejemplo, en la versión Afrocubana el tablero tiene tallado un sol, una luna, una cruz y una calavera. A modo de representación e identificación de los cuatro puntos cardinales.
Otro objeto de poder es el Iruke. En la tradición nigeriana se conoce como cola de vaca, mientras que en la vertiente afrocubana se le denomina cola de caballo. A partir del empleo de esta cola, el sacerdote de ifá (Babalawo) se auxilia para espantar a la muerte. Para lograr este cometido, el babalawo mueve el iruke de un lado hacia el otro.
A continuación te presentamos uno de los cánticos empleados durante el proceso de alejamiento:
“Déjanos estrellar a gégé contra gégé. Era el nombre del Awo residente de Alákòókó. El caracol no se entusiasma mucho en calentarse con el fuego. Un halcón no puede recoger a un búho para transportarlo. Tres Olúwo, seis colas de vaca. La guerra que fue hecha con lanzas, que era imposible de hacer. ¿Qué hizo Èdú? Òrúnmìlà lo usó para destruir la conspiración.
La guerra que fue ejecutada con lanza que era imposible de ejecutar. ¿Qué hizo Èdú? Òrúnmìlà lo usó para destruir la conspiración. Cola de vaca fue lo que usó Èdú para romper la conspiración. Rompe la conspiración de la muerte. Rompe la conspiración de la aflicción. Rompe la conspiración de la litigación Rompe la conspiración de la pérdida”.
De igual forma, el irofa. También llamado vara de autoridad. Cuya función primordial es la de verificar y certificar una acción que se encuentre realizándose, tanto en adivinación como durante la práctica de algún ebbo. El empleo de esta poderosa herramienta consiste en el golpeteo ligero sobre el tablero al tiempo que se realizan cantos o rezos a Ifá. De este modo se invoca y alude a la espiritualidad de Orunmila.
El irofa puede conformarse a partir de fragmentos de asta de venado (agbani) o formas de madera tallada. Igualmente existen variantes en algunos signos de ifá que aconsejan que el irofa sea tallado en marfil, bronce u otra clase de materiales.
Por último, pero no menos importante, tenemos el iyefa (ashe de Orula). Un polvo mágico usado en el tablero de Ifá en el preciso instante que se realiza el proceso adivinatorio para dibujar los símbolos que identifican a cada oddun. Por lo general se utiliza el iyerosun, que no es más que un polvo obtenido del árbol osun. Este polvo se mezcla con diferentes materiales, los cuales se habrán recomendado con antelación en los signos de Ifá.
Signos de Orula
Cuando se habla del sistema profético de Ifá, nos referimos al inicio elemental. A partir de una composición de 16 oddun o signos, que vendrían siendo los principales que componen este sistema. Posteriormente y mediante una combinación matemática, se forman 16 omoluos por cada signo principal. Para un total de 256 oddun, los cuales representan el tablero de Ifá como lo conocemos actualmente.
Los 16 signos principales reciben la denominación de oddun meyi. De estos, salen las predicciones de la religión yoruba o elementos principales del oráculo. Ellos sirven para codificar los mensajes que provienen de los Orishas o los Osha.
A continuación te mostramos los 16 principales oddun de Ifá: Obra, Irete, Iwori, Otura, Ofun, Ojuanji, Eyiogbe, Okana, Ogunda, Osa, Ika, Otrupon, Odi, Oyekun, Oshe e Iroso. Los signos de cada uno de estos Oddun (sistema de oráculo) se observa en el siguiente apartado:
Baba Eyiogbe, quien es el peldaño dentro de Ifá donde se coloca a cada Awó, o Babalawo, en donde le corresponde en función de su comportamiento.
Baba Oyekun, es donde se presenta la autorización por parte de los mayores a los menores, para que participen dentro del culto y les dan además su visto bueno.
Baba Iwori, los Babalawos ponen en práctica la lógica, luego de haber analizado tanto los hechos como las cosas que se les presentan.
Baba Odi, Se considera que cada Awó, debe escribir todo para un mejor aprendizaje, pues se considera que la suerte está en su casa.
Baba Iroso, todos los Awó deben cuidar su corona pues son reyes en su culto.
Baba Ojuani, aquí se manifiesta que ni Olúo ni Oyugbona, es decir que si los ahijados están vigilantes de su camino, nada les dañara durante todo el recorrido.
Baba Obara, en este signo se manifiesta que Awó no se compromete, pues esto puede volverse en su contra.
Baba Okana, aquí se establece que Elegua siempre consiente a los Babalawo.
Baba Ogunda, se hace referencia a la selección de los sacerdotes de Ifá, y considerando que cuando son escogidos cambian con ello su vida.
Baba Osa, este signo hace referencia al hecho de que todos los seres humanos son considerados por igual.
Baba Ika, es importante considerar que este es un signo donde se contempla, que el bienestar de todo Awó, proviene de su contrario.
Baba Otrupon, aquí se estable que la confianza en todo Babalawo, es la mujer de su casa.
Baba Otura, un signo que enseña que para vencer al enemigo, se cuenta con el respecto y la mente del Awó.
Baba Irete, aquí se contempla el hecho de que las mujeres son las que más hacen por Orunmila, por ello el Awó jamás debe maltratar o lastimar a una mujer.
Baba Oshe, todo Awó tiene como principal elemento en su ser, la discreción, la cual debe ser manejada como mucha arte.
Baba Ofun, es el signo que enseña que todas aquellas semillas que caen al pie del árbol, siempre germinaran.
Estos signos reconocen que se trabaje con los iniciados. De forma tal, que sus energías sean trabajadas en orden de alcanzar el mayor potencial posible. Además, su función es lograr un balance en concordancia con el universo. En los mismos se aprecia un profundo contenido que promueve y provoca la obtención de: medicinas curativas, con rituales y sacrificios; los cuales se hallan asociados a estos signos de Orula.
¿Cómo saludar a Orula?
Desde la antigüedad se saluda al santo en forma yoruba y se hace mediante un agasajo. Con este saludo se pretende expresar la buena presencia y para ello se deben extender los brazos a lo largo del cuerpo. Seguidamente, se dispondrá a tocar el piso con las palmas de las manos. Mientras apoyas la frente en el suelo y besas la tierra. En el caso de las féminas es diferente, puesto que ellas podrían presentar algunas limitantes. Sobre todo si están en su período de menstruación ya que esto se considera enturbiamiento de la tierra.
Pues, respecto a las mujeres, deberán acostarse apoyando los brazos y codo, del lado derecho primeramente y luego del lado izquierdo. Tanto los hombres como las mujeres pronunciarán la siguiente frase: “Orula Iború, Orula Iboya, Orula Ibosheshé”. Un saludo que posee variaciones. Por ejemplo, en Cuba se dice “Iború, iboya, Iboise”. Sin embargo, algunos devotos piensan que el saludo se convierte en sacrifico aceptado y bendecido por los dioses, lo cual en yoruba sería: “Aboru, Aboye, Aboise”.
¿Cómo atender a Orula?
Para atender a este orisha, se realiza un ritual que debe cumplirse cada 41 días. Asimismo, durante esa misma jornada deberán entregarse ofrendas y regalos a la divinidad. No sin antes hacer una preparación previa, con el propósito de que el orisha no se ofenda. Otro elemento importante es que debemos hacer una limpieza del cuerpo 48 horas antes de llevar a cabo la ceremonia.
Durante el proceso de depuración corporal convienen evitar algunos elementos específicos. Dígase: drogas alucinógenas, prohibido ingerir bebidas alcohólicas, cero relaciones sexuales. En caso seas mujer, si tienes tu período menstrual no podrás hacer el rito y, en general, todo aquello que se le ofrezca a Orula deberá ser probado con antelación. Por otro lado, la ceremonia debe hacerse un jueves en la madrugada. Preferiblemente entre las 3am y las 4am y cerciorarse haya luna nueva.
Igualmente, deberás evitar pronunciar obscenidades frente a Orunmila, como norma de respeto. Tampoco podrás presentarte desnudo o mantener relaciones carnales en su presencia. El receptáculo o tinaja con los ikines debe hallarse distante de cualquier otra deidad, solamente el bastón de Orula estará cerca.
En el momento que vayas a realizar alguna petición, no deberá guardar malas intenciones contra aquellos que te ofendan o agredan. Orula se ocupará de quienes te afrentan. Asimismo, los problemas o quejas que presentes serán tuyos y solo los tuyos. Ser constante en la atención a Orunmila es primordial. Especialmente los domingos.
Orula Dice. ¿De qué habla Orula?
A través de la adivinación de los babalawos, Orula se comunica con nosotros. Dichos awos son fieles seguidores de Orunmila y mediante el trabajo constante que realizan con la deidad, nos logran comunicar su sabiduría. Asimismo, ellos interpretan los mensajes que provienen de la práctica de la meditación y las herramientas sagradas del orisha. Dígase el tablero de zahorí, las cadenas de zahorí, las nueces de cola y en consonancia con el babalawo. A continuación, extienden cascarilla sobre el tablero de zahorí y el babalawo coloca los signos sagrados sobre el mismo.
Consejos de Orula
Orula ha dejado para sus descendientes una serie de consejos que son muy producentes a la hora de mejorar su calidad de vida.
Llevar la vida sin tomar atajos: dice que debemos evitar tomar el camino más corto aunque parezca más fácil, porque con cada paso que das, aumenta la experiencia y se adquieren conocimientos igualmente importantes. El camino que se tiene asignado para cada uno de nosotros es el indicado a recorrer.
La curiosidad mató al gato: refiere que no se debe ser curioso sobre aquellas cosas que representan el mal o acarrean negatividad sobre nosotros. En el instante que detectes alguna sombra de negatividad en cualquier cosa que estés haciendo, lo mejor es alejarse rápidamente de ellas y evitar ser dominado por la maldad.
Tomar las decisiones en calma: habla acerca de que si te es necesario tomar una decisión, ya sea importante o no, debes hacerlo en total calma y serenidad. Todo aquel acto tomado en momentos de extrema alegría, dolor u odio, podrán ofuscar tu visión de la realidad y llevarte a decisiones erradas. Debes mantener el control, ser paciente y no actuar a la ligera. Equilibre los pros y los contras y verá como obtendrá resultados positivos.
Patakíes de Orula
Orula y El elefante
Cuando inició la creación de todo, Orula y el elefante eran grandes amigos. Ambos trabajaban juntos en el monte para poder ganar dinero y vivir. Lógicamente, orula carecía de la fortaleza del paquidermo y no trabajaban de la misma forma. Ellos realizaron esta faena por unos tres años y tres meses seguidos, hasta que Orula notó que su ganancia era poca. Con lo cual decidió comprarse un traje blanco.
El elefante, por su parte, había generado gran cantidad de ganancias. Mientras iban caminando hacia la ciudad, Orula le comenta a su amigo: “deberíamos volver al monte para ganar más dinero”. Sin embargo el elefante se rehusó, diciendo que con lo que tenía, le era más que suficiente.
Orula decidió entonces volver y seguir trabajando para hacer más plata. Luego de un tiempo regresó a la ciudad con mayor cantidad de dinero. Cuando llega, se topa al elefante usando el traje blanco de Orula y lo confronta: “¿qué haces con mi traje, elefante? Yo te lo di a guardar”.
El elefante decide hacerse el desentendido y le dice que él no sabe de qué traje está hablando y se enemistan. Cada uno sigue un camino diferente. Entonces orula se topa con un cazador quien quería capturar a algún elefante. Orula en venganza, le señala el camino por donde se había ido el elefante. Al momento el cazador le da caza al paquidermo, lo mata y dentro de sus intestinos encuentra el traje blanco de Orula.
Posteriormente corta la cabeza, la cola, los colmillos pertenecientes al elefante y se los lleva de regalo a Orula. A partir de estos presentes, Orula confeccionó algunos de sus atributos de poder. Con los colmillos hizo el irofa y con la cabeza el Ate de Ifá. Teniendo en cuenta que el vestido blanco es el Ala. Es decir: el manto intestinal de los animales. De este modo, quedaron unidos para siempre Orula y el elefante.
Orula le hace trampa a Olofin
Orula apostó con Olofin a que el maíz tostado se multiplicaba. Como Olofin estaba seguro de que ello era improbable, decidió aceptar la apuesta debido a que se hallaba totalmente convencido de que sería el ganador. Sin embargo, puesto que Orula era muy sabichoso, llamó a Elegua y a Shango. Entonces se puso de acuerdo con ellos para hacerle trampa a Olofin y ganar la apuesta.
El día acordado llegó. Orula se apareció con un saco repleto de maíz tostado y lo sembró en el terreno escogido por Olofin. Inmediatamente, ambos se retiraron hacia el palacio de Olofin a esperar el tiempo requerido. Esa noche, Shangó hizo que tronara muy fuerte en el cielo y, escudándose en la luz de los relámpagos, Eleguá cambió todos los granos por otros en perfecto estado.
Los días se iban sucediendo uno tras otro. Por fin, una mañana Olofin le dijo a Orula que irían a ver si el susodicho maíz tostado había parido o no. En ese momento, ya los granos que Eleguá había colocado en lugar de los otros, comenzaban a germinar. Ante esto, Olofin se quedó tremendamente asombrado y tuvo que pagarle lo apostado a Orula. Luego, en secreto, Orula compartió el premio con Shango y Elegua.
Oshun y Orula
Un día el rey mandó buscar a Orula, el babalawo más famoso de su comarca. Sin embargo, el oluwo se negó a ir. Así sucedió en repetidas ocasiones, hasta que un día Oshun se ofreció para ir en busca del adivino.
Oshun se apareció de visita en la casa del babalawo y comenzó a conversar con este. Lo que sucedió es que, de conversación en conversación, se le hizo tarde. Entonces ella le pidió que la dejara dormir en su cama aquella noche. Al amanecer, se despertó muy temprano y puso el ékuele y el iyefá en su pañuelo.
Cuando Orula se levantó, Oshun le dijo que le había preparado el desayuno. Este se dispuso a comer lo que le habían servido, mientras que Oshun le anunció que ya se iba a marchar. Sin embargo, el hombre ya había quedado hechizado por los encantos de la hermosa mulata y decidió acompañarla durante una parte del camino.
Caminando y conversando con la seductora mujer, ambos llegaron a un río. Allí el babalawo le dijo que no podía continuar, debido a que para cruzar debía consultar con el ékuele y que este le decía si debía pasar o no. Entonces Oshun le enseñó lo que había traído en el pañuelo y el adivino, ya completamente convencido de que debía seguir a la diosa, pudo cruzar el río y llegar hasta el palacio del rey que lo esperaba con intranquilidad.
El rey, que desde hacía mucho estaba preocupado por las actividades de sus enemigos políticos, quería averiguar con el adivino si esos conflictos con su país derivarían en guerra o no. Además, en caso de haberla, quién sería el vencedor y cuál sería la forma más eficaz para identificar a aquellos que le eran realmente leales a su reino. Ante estas interrogantes, el adivino tiró el ékuele y le dijo al rey que debía ofrendar dos eyelé y oú.
Luego de limpiarlo usando las palomas, se dirigió a la torre más alta del palacio y esparció el algodón en pequeños pedazos. Finalmente le dijo que no tendría problemas porque saldría victorioso de la guerra civil que se avecinaba; pero que debía estar atento en todos sus súbditos, pues aquellos que tenían algodón en la cabeza le eran fieles.
De esta manera Obegueño, que así se llamaba el rey, rigió en aquel país hasta el día de su muerte.
Orula somete a Ikú
En el poblado se hablaba mal de Orula y entre las cosas terribles que decían le deseaban la muerte. Pero como Orula es sabio y adivino, ya se había visto la suerte en el tablero con sus dieciséis nueces. Decidiendo entonces que tenía que hacer una ceremonia de rogación con un ñame y luego, con los pelos de la vianda, untarse la cara. Fue por eso que cuando Ikú vino por primera vez preguntando por Orula, él mismo le dijo que allí no vivía ningún Orula. La Muerte no lo reconoció y se fue.
Ikú estuvo averiguando por los alrededores y al darse cuenta de que Orula lo había engañado, decidió regresar con cualquier pretexto. Su objetivo era observarlo de cerca, hasta tener la certeza de que se trataba del sujeto que estaba buscando para llevarse.
Orula, cuando la vio regresar, ni corto ni perezoso, la invitó a comer y le sirvió una gran cena con abundante bebida. Ikú cenó hasta hartarse. Tanto comió y bebió, que cuando hubo finalizado se quedó dormida al instante. Fue la oportunidad que aprovechó Orula para robarle la mandarria con que Ikú mataba a la gente y salvar su propio pellejo.
Orula conquista a Oshun
La muchacha más linda de la región era Yeyé. Todos le decían constantemente: “Cásate conmigo”, pero ella no respondía. Solo hacía por sonreír y caminaba con esa gracia en las caderas que sólo ella posee. Sin embargo, era tanto el acoso que ella sufría a diario, que su madre le dijo un día a los enamorados: “Mi hija tiene un nombre secreto que nadie conoce. Aquel que logre averiguarlo, podrá cortejarla y se convertirá en su esposo.”
Uno de los enamorados era Orula (conocido también como Orúnmila), el Dios de los Oráculos. Aunque él poseía la habilidad de la adivinación, en esta oportunidad él no podía averiguar cómo se llamaba la linda muchacha. Entonces decidió pedirle auxilio a Elegua y le dijo: “Averigua el nombre de la muchacha que tiene rotos los corazones de los hombres. Sólo tú, que eres tan hábil, podrás dar con ese nombre oculto.”
Elegua comenzó la misión. Disfrazado unas veces de viejo, otras de niño y hasta fingiéndose dormido, Elegua estaba siempre cerca de la casa de Oshun, procurando averiguar cuál era el nombre. Como el que espera desespera y la paciencia tiene su recompensa. Un día la madre, quien jamás decía el nombre en voz alta, casualmente la llamó diciéndole: “Ven acá, Oshun.” Eleguá tan sagaz como era, oyó el nombre y se dijo: “Oshun es su nombre secreto.”
Sin desperdiciar ni un segundo, Elegua se reunió con Orúnmila y le contó lo que había sucedido. Aquel, quien ya por esa época era un babalawo muy admirado, dirigió sus pasos hacia donde se hallaba la madre de la muchacha. Una vez estuvo reunido con las dos, dijo: “Vas a ser mi esposa porque sé tu nombre. Te llamas Oshun.” Y de esta forma, Oshun y Orula se convirtieron en pareja.
Quieren traicionar a Orula
A Orula lo mandaron a buscar de un pueblo donde querían ponerle fin a su vida. Pero como él era un sabio se había registrado con su tablero y el oráculo le había indicado que antes de hacer algo, debía pilar ñame. Por lo que Orula tomó su pilón y se marchó al pueblo donde lo esperaban para hacer un Itá.
Antes de iniciar, Orula pidió que le trajeran un ñame. Colocó su pilón sobre la estera y comenzó a machacar. Al poco rato de estar golpeando, vio como la estera se manchaba de sangre. Inmediatamente quiso averiguar qué sucedía y cuál no sería su sorpresa cuando al levantarla, descubrió una serpiente que le habían colocado debajo de la estera. El objetivo era que al sentarse, la víbora lo matara en el acto.
De esta forma, Orunmila pudo escapar sano y salvo a la traición de sus enemigos.
A Orula no se le engaña
Se vivía un tiempo de mucha escasez y los Orishas no contaban con los alimentos suficientes. Sin embargo, Orula vivía holgadamente y sin penurias, puesto que los aleyos que consultaba le proveían de varias insumos: adie, akuko, eyele y muchos animales más.
Entonces Shango, Ogun y Oshosi decidieron celebrar una reunión, en la misma acordaron proponerle un pacto a Orula. Ellos saldrían a cazar y compartirían con el viejo el resultado de su trabajo. De esta forma no les faltaría el sustento diario. Orula aceptó gustoso este trato.
Al día siguiente salieron al monte. Oggun, quien había salido primero, encontró un chivo; pero como esperaba encontrar otras piezas y era mucha su hambre, se lo comió. Siguiéndole los pasos venía Oshosi, quien a su vez, pudo capturar una jutía e hizo otro tanto. Pues albergaba la esperanza de que siendo como era, un gran cazador, conseguiría algún botín mayor. El último era Shango quien, a duras penas, cazó un ratón y se lo guardó en el bolsillo.
Por supuesto que al arribar a la casa de Orula, el único que pudo rendir cuentas de su cacería fue Shango con su minúsculo roedor. Mientras que, Oggun y Oshosi mintieron al decir que no habían podido conseguir nada.
Entonces Orula ante tamaña desconsideración y tanto descaro, sacó una canasta y les amenazó: “Arrójenlo todo aquí”. Y los dos vomitaron lo que habían comido. De este modo, se dieron cuenta que Orula no podía ser engañado.
La deuda de Orula
Desde hacía algún tiempo, Orula tenía una deuda con Shangó. Casi todos los días, el dueño del rayo y el trueno pasaba por casa del viejo. Con el propósito de averiguar si ya estaba en disposición de pagarle.
“Todavía no, Shango” –le decía Orula– “son pocos los clientes y casi no me alcanza para comer”. Cansado de las promesas vanas del adivino, Shango cortó ramas de álamo y cerró el camino que conducía al ilé de Orula.
Al día siguiente, varias personas que deseaban ver su destino buscaron sin descanso el camino que los conduciría al lugar. Mas su búsqueda fue infructuosa.
Así siguió sucediendo a lo largo de casi una semana entera. Hasta que al fin Orula, como era muy inteligente, sospechó que su falta de suerte estaba ligada a la deuda que tenía con Shango. En ese momento resolvió pagar lo que debía y de ese día en adelante, sus asuntos empezaron a mejorar.
Oyá defiende a Orula
Orula tenía tantos enemigos, que todos los días se veía obligado a andar en trajines de sacrificios para buscar el favor de los orishas. No obstante, mientras más hacía, más enemigos le aparecían y él no entendía aquello.
Un día, Oyá fue a verlo y le dijo: “Consígueme dos canastas y una guadaña. Si lo que yo voy a hacer da resultado, me conformo con que me regales una gallina”. Con los implementos que había solicitado, Oyá salió a la calle y comenzó a cortarle la cabeza a todo el que era enemigo de Orula.
Al ver eso, Orula le pidió que pusieran un alto a la matanza, puesto que él no estaba de acuerdo con el método. Oyá le respondió: “Está bien, yo me detengo; pero tienes que pagarme lo prometido porque cuando uno tiene tantos enemigos no hay otra solución, al menos, que yo conozca”.
Oggun contra Orula
Oggun tuvo un disgusto con Orula a causa de Oshun, la dueña de la feminidad y la dulzura, quien lo había abandonado para irse a vivir con el adivino. Entonces, el Dios de los Herreros se reunió con varios de sus hijos y les ordenó quemar la casa de Orula. Una casa que era fácilmente identificable puesto que era la única en el poblado que tenía un gallo amarrado en el patio.
Como era costumbre todas las mañanas, Orula se había registrado la suerte con su tablero y el oráculo le había aconsejado que soltara el gallo. Cosa que hizo sin perder un segundo. El gallo, al ver que estaba libre, estuvo revoloteando por los alrededores. En su deambular fue a caer en casa de Oggun.
De tan poca suerte, los aguerridos hijos del forjador al ver al gallo en aquel lugar, creyeron que era la casa que les habían ordenado destruir. Sin más reparos, la incendiaron y así se salvó Orula.
Orula va a la guerra
El pueblo le declaró la guerra a Olofin e instaron a Orula a que participara con ellos. Orula les dijo que lo haría, pero con una condición: llevaría un caldero con su comida por si le entraba hambre por el camino. De esta forma, partió con el ejército que atacaría el palacio de Olofin.
Como el caldero era de gran tamaño, el sabio lo iba arrastrando con una soga. Por este motivo se enredaba continuamente en la maleza, lo cual trajo como consecuencia que Orula se quedara rezagado respecto al grupo con el que había partido.
Oggun, quien había acudido en ayuda de Olofin, desarrolló una de las matanzas más grandes de las que se tenga noticia. El último en llegar al lugar fue el adivino y Olofin, muy intrigado en saber cómo Orula se había atrevido a participar en la revuelta, lo llamó. “A mí me obligaron, Babá” –respondió Orula– “pero como sabía lo que pasaría, lo que hice fue traerle comida para usted en este caldero”.
Debido a esto Olofin lo perdonó y lo dejó encargado de todos los asuntos del mundo. De esta forma, Orula se salvó gracias a su sagacidad.
Orula e Ikú
Olofin, quien se hallaba ya viejo y muy cansado. Pensaba todos los días: “Tengo que abandonar las cuestiones del mundo”. De pronto, un día decidió: “Voy a llamar a Orula y a Ikú a ver cuál de ellos elijo para sustituirme. He decidido dejar los problemas del mundo y uno de ustedes dos deberá sucederme”. Luego prosiguió: “Por eso los voy a someter a una prueba. El que soporte tres días de ayuno demostrará que es capaz de sustituirme”.
Ikú y Orula se fueron del palacio de Olofin, dispuestos a permanecer tres días sin probar bocado pero al segundo día Elegua se apareció en casa de Orula para decirle: “Orula, estoy muerto de hambre, ¿por qué no me das algo de comer?” El adivino decidió prepararle un akuka a Elegua, pero fue tanto el apetito que se le abrió, que sin pensarlo dos veces desnucó una adié y la cocinó para él.
Finalizada la opípara cena, ambos se quedaron dormidos. No sin antes limpiar esmeradamente los calderos y enterrar los restos en el patio. Entonces, aprovechando el sueño de su contrincante, Ikú (que también estaba famélico) dirigió sus pasos a casa de Orula y comenzó a registrar la cocina. Debido a que su búsqueda fue infructuosa, decidió revolver entre la basura. Sin embargo, allí tampoco pudo encontrar ningún rastro de lo que había sucedido.
Elegua, quien siempre está atento a sus alrededores pues duerme con un ojo cerrado y el otro abierto, no le perdía ni pie ni pisada al ir y venir de Ikú. Finalmente Ikú se dispuso a registrar en el patio y como vio la tierra removida, escarbó hasta que dio con los huesos de la adié y del akukó. Al instante comenzó a roerlos con avidez. En ese momento Eleguá aprovechó y le dijo: “¡Ikú, así te quería agarrar! Ahora se lo voy a contar todo a Olofin”.
Por eso, gracias a la ayuda de Eleguá, Orula es mayor que Ikú.
Solo Orula es testigo
Cuando Obatalá concluyó la creación del primer hombre. Olofin convocó a todos los Orishas para que estuvieran presentes en la ceremonia de insuflarle el soplo vital. Todos se arrodillaron e inclinaron la cabeza en aquel sagrado momento. Solo Orula, al cual Olofin tomó como ayudante por su reputación, su seriedad y sabiduría, pudo presenciar visualmente cómo Olofin ponía el Eledá en Orí.
Una vez finalizada la ceremonia, celebraron el acontecimiento. Entonces Olofin comunicó: “Solo Orula fue testigo de la acción que he realizado, por eso cuando el hombre quiera conocer su Eledá: él será el encargado de comunicárselo”.
Iwori Meyi revela que Orula dejó a Ikin como su representante ante los babalawos
Al principio de la civilización Orumila tenía 8 hijos y todos vivían en una tierra llamada Aido Inle. En ese lugar se les enseñaba el arte de la adivinación. Luego de instruirlos, Orula decide que era momento de regresar al cielo.
Pasó el tiempo y Orunmila bajó nuevamente a la tierra para invitar a todos sus hijos a realizar una ceremonia muy importante para una deidad llamada Awede Shato. Cada uno se iba presentando y se arrodillaban frente a Orunmila como símbolo de respeto y le decían: “Iboru, Iboya”. Pero hubo un momento dónde le llegó el turno al hijo menor, cuyo nombre era Ologo.
Este hijo no quiso arrodillarse y dijo: “Usted me coronó Rey siendo mi Padre, y yo no puedo degradarme inclinándome delante de nadie”. Orula, quien observaba todo el panorama, ante esta situación se puso muy triste e inmediatamente volvió al cielo.
A partir de ese momento inició un terrible caos en la tierra. No existía estabilidad de ningún tipo: las mujeres eran infértiles, las cosechas no se daban, sequias y pestes estremecían la tierra. Todos los habitantes del mundo comenzaron a suplicar e implorarle a Orunmila para que volviera a la tierra y, de esta manera, todo volviera a la normalidad. Como nada parecía hacerlo cambiar de opinión, sus ocho hijos decidieron ir al cielo para tratar de convencerlo.
Al llegar al cielo, los apóstoles encontraron a Orunmila. Este se hallaba de pie, frente a una palmera muy grande, en sus manos tenía 16 semillas y 16 pedazos de marfil. Cada uno de sus sucesores fue a saludarlo y se arrodillaron ante él. Al tiempo que le pedían encarecidamente que, por favor, regresara con ellos a la tierra. Orunmila les contestó que no iba a regresar, pero pidió que recibiera las 16 semillas que él poseía y dijo: “Yo no bajaré más, pero ustedes deben usar estas semillas llamadas Ikines. Ellas les servirán para adivinar, dado que serán mi representación en la Tierra”.
Ofrendas y adimuses (sacrificios) para Orula
Debido a la gran importancia que posee Orula en el Panteón Yoruba, se le deben realizar ofrendas para atraer mejor su atención. Dichas ofrendas deben elegirse con sumo cuidado. Entre las más destacables están: la chiva, la paloma, el venado y la gallina negra. A esta divinidad, por lo general, se le sacrifican chivas negras, gallinas negras y palomas Por supuesto, depende del oddu por el cual se realiza el sacrificio. Ante esto, puede variar el color de los animales siendo amarillos o blancos. De igual forma, teniendo en cuenta las circunstancias y bajo un estricto análisis de las mismas y de los signos de Ifá, se pueden ofrendar chivos, vacas, carneros.
Recuerde que las ofrendas deben hacerse en número par y poner la mitad del regalo en un plato y la otra mitad en el otro plato. Además, ambos platos deben ser blancos y estar muy limpios.
Entre los adimú ofrecidos a Orula se encuentran: el ñame (crudo, picado o entero), los granos (sancochados o cocidos), las frutas (enteras o picadas), vegetales (en cualquiera de sus presentaciones), arroz amarillo (acompañado con carne, camarones o pescado), pescados (colocados con salsa y sin trocear). También acepta todo tipo de confituras o dulces (especialmente aquellos con almendras, capuchinos o almíbar) y, en el caso de ponerle flores estas deben de ser rojas (ponerle 4, 8 o 16).
Adimu a Orula: Al orisha se le colocan 16 bolas de puré hecho con ñame. Las mismas se ponen frente al fundamento de la deidad y encima de una hoja de malanga (Ewe Ikoko). Él también es amante de los alimentos provenientes del mar. Dígase los camarones, el pargo blanco; así como del ñame y varias frutas.
Hierbas (ewe) de Orula
Las hierbas que se emplean en los ritos de Orula son: albahaca menuda, aguinaldo morado, arabo, altea, bejuco de fideo, arará, copey, colonia, corteza de coco, paraíso, galán de noche, ceiba, ñame.